Hoy en InprOTech Human Capital os presentamos a Ibán Morillo, gerente de InprOTech.
¿Cuál es tu función dentro de Inprosec?
Actualmente soy gerente de InprOTech, “spin-out” de nuestra matriz Inprosec, donde nos centramos en proyectos de Ciberseguridad Industrial (Consultoría técnica y regulatoria), formación e I+D.
Mi labor abarca como es de esperar varios frentes, incluyendo el desarrollo de negocio, búsqueda de financiación tanto pública como privada, gestión de proyectos, así como la gestión recursos tanto internos como externos entre otras tareas.
¿Qué destacarías de tu función dentro de la compañía?
Uno de mis principales cometidos es poner en el mercado soluciones de ciberseguridad adaptadas al ámbito industrial, lo que implica dar a conocer y concienciar a los usuarios de su necesidad. Actualmente son pocas las empresas del sector industrial las que cuentan con sistemas de monitorización adecuados a su entorno y son muchos los riesgos a los que se ven expuestas.
Y es que como sabemos, si bien la Industria 4.0 ha traído consigo la conectividad y el acceso remoto a las fábricas, esto no solamente supone un avance, sino también una gran amenaza al exponer dichas fábricas a interrupciones de fabricación, pérdida de información sensible así como a ataques de cibercriminales o competidores.
¿Qué ha significado Inprotech en tu carrera profesional?
Si bien cuento con la experiencia que me brinda el haber trabajado en varios sectores (Automoción, aeronáutica, aeroespacial y energía) en labores tanto técnicas como de gestión, siempre han sido empresas ligadas al mundo industrial.
En un momento dado decidí buscar nuevos retos, un cambio, y me interesé por el mundo de la ciberseguridad, la IA, y otras tecnologías que para mí parecían muy lejanas y desconocidas.
La confianza depositada en mi para estar al frente de este proyecto a supuesto una gran motivación a la par que todo un reto. Si bien esto suele ser una constante en nuestras vidas, ahora más que nunca me cuesta imaginar un momento en el que vaya a dejar de aprender.
Además, incorporarme al equipo de InprOTech ha supuesto el regresar a mi tierra, Galicia, tras 20 años fuera pasando por lugares como Toulouse, Madrid, Oxford o Barcelona.
¿Cómo te las apañas para conciliar la vida personal y profesional?
Este es una de las principales diferencias que he encontrado dentro de InprOTech con respecto a la clásica empresa industrial en la que gente de mi entorno se suele mover; es habitual encontrarse con horarios descontrolados donde, si bien se puede disfrutar de una cierta flexibilidad, las jornadas pueden alargarse sin fin debido a las necesidades de los clientes y a límites que pueden ser en ocasiones difusos.
En InprOTech contamos con una gran flexibilidad, debido a una filosofía orientada principalmente a la consecución de objetivos. La distribución y diferenciación entre “horas core” y horas llamémoslas “libres”, permiten que siempre puedas encontrar un momento para llevar a tus hijos al colegio, estar un rato con la familia o adaptar tu jornada en momentos determinados con el fin que pueda ser necesario.
Cuéntanos una anécdota que te haya llamado la atención de alguna situación en una etapa en Inprotech
Se trata más bien de una constante que me he encontrado desde que entré en el sector, y es que me sorprende mucho el escaso o incluso nulo grado de madurez de la ciberseguridad en los entornos industriales. Cuando toda una CISO me soltó que en las empresas gallegas “la ciberseguridad ni está ni se la espera”, me quedé poco menos que de piedra.
Sorprende la cantidad de cosas que personalmente daba por supuesto que se hacían de un modo correcto, y, sin embargo, cuando llegas a un cliente, lo último que le preocupa es que vayan a acceder a su red industrial, que puedan atacar un PLC o un SCADA, y que lleguen incluso a parar una planta. Sorprende que solamente se preocupen de que alguien les envíe un correo con un enlace sospechoso o les tiren la web de la empresa.
Otra constante que no dejará de sorprenderme es que todos creen que este tipo de ataques solo ocurren en otros países y sobre todo a grandes empresas, cuando precisamente empresas de un menor tamaño pueden ser mucho más vulnerables y accesibles.
¿Qué es lo que más valoras de trabajar en una empresa como INprotech?
Sin duda valoro el equipo humano que compone la empresa, para mi tiene muchísimo valor la flexibilidad a la hora de gestionar la jornada laboral, así como la apuesta que está haciendo para llevar a cabo proyectos ambiciosos en un entorno con mucho potencial y todavía por “explotar”.
Como empleado de una empresa especializada en ciberseguridad, ¿cuál es tu consejo para cualquier empresario que está empezando con respecto a sus sistemas?
Como se suele decir, el eslabón más débil y principal riesgo somos las personas. Es importante informarse y formar adecuadamente a los equipos de trabajo. Entender cuáles son las necesidades del entorno y gestionar los riesgos asociados a las mismas debe de ser una constante y tener en cuenta desde el primer momento este aspecto revierte en el ahorro de mucho dinero; tiempo, reputación, estrés, dolores de cabeza, etc.
Muchas veces no se valoran suficientemente las acciones tomadas que evitan que surjan problemas, solo valoramos las acciones cuando ya ha habido un problema y ese dinero puede ser cuantificable, por eso las medidas preventivas son tan importantes.
¿Cuáles son tus hobbies al terminar la jornada laboral?
Me gusta mucho el deporte; correr, nadar e ir al gimnasio son cosas que siempre han formado parte de mi rutina, si bien entre la paternidad, algún que otro achaque reciente y con ciertos cambios desde mi vuelta a Galicia, hay muchas rutinas que trato de retomar poco a poco.
Soy aficionado a la montaña, donde he pasado grandes ratos con mi mujer y nuestro Border Collie “Merlo”, quien sospecho que se precipitó dentro de una marmita de café cuando era un cachorro.
Me encanta el mundo del motor y solo puedo encontrar un motivo para no sentarme a ver una buena carrera de cualquier elemento con motor (F1, Motos, Rallies, etc), y es sin duda mis hijos; inquietos, desafiantes y con ganas de entenderlo y aprenderlo todo. Pequeños genios que cada día me dan una nueva lección.
¿A quién “nominas” para que entrevistemos a continuación y por qué?
Estoy seguro de que a Inés, con un bagaje como el suyo, trae la mochila cargada de experiencias y de cosas interesantes que compartir.